9.4.09

Solamente una conchita que se mece sobre las corrientes
liviana, perdida y fuera de lugar
hay momentos, como esta noche,
que la tormenta se desata y no dejo de hundirme y volver a flotar
tus manos me arrastran, me tocan y me despellejan
una caricia, un arañazo y un beso para hundirme de nuevo

Me dejo mecer mientras la lluvia estalla
las nubes, allá en lo alto, tan lejos
estallan, se pelean hasta descargar con una cortina de luz
luz eléctrica, azul, aterradoramente cerca

Y con tu ayuda, me elevo en el cielo
vuelo entre presiones y atmósferas
subo con el aire caliente, hasta sobrevolar la tormenta