14.11.10

por aquí y por allá

amodorrada a la gran botella de Coca-Cola repaso mi vida y no hago más que soltar gruñidos en el desierto. Me quiero despedir de alguien muy importante y como siempre que me toca despedirme de alguien, lo hago con respeto. Cuantas veces habré realizado este trámite de limpieza, siempre con la certeza de que no hay chance para el reencuentro. Pero ahora es alguien demasiado importante. Sí, reconozco que esa frase también la he dicho muchas veces.