11.12.08

Señorita:
¡Cuánto quisiera que fueses menos hermosa para que yo sea algo más dichoso!
Todo mi tesoro está en la torre de Minerva, pero tu apostura golpea el sentido como un rayo sobre sobre la piedra, capaz de tocar a aquella hermosura de la que todas son emblemas.
Me retiro a los huecos de mi conciencia, allí donde no debiera llegar la razón ni la moral, en la úlcera de la identidad de donde emana la sangre del tiempo, que se niega a perecer cuando la muerte clava en su vacío su pálido estandarte; efímera encaramada a lo eterno, hiedra que al descomponer la mansión de Dios cree construir su divinidad.... Todo esto fuera invento si tu fueses del linaje de la invención, o tendría el defecto de ser verdadero si tu no insinstieras en la perfección de permanecer inexpresada.....

Te desea por tu belleza quien no puede amarte por tu fugacidad, A.