24.7.05

Sade?

-Anda, Sade!
Entre los viejos libros de mi padre había encontrado un viejo libro del marqués lleno de polvo y sin aparentes marcas de lectura. Hace algunos años leí por casualidad y curiosidad "La Filosofía en el Tocador" y quedé encantada, vale que es un panfleto, pero tenía algo totalmente perverso que me atrajo.
-A mi no me gusta -dijo mi madre tumbada en la cama detrás de una gruesa novela de ciencia ficción.
En casa el concepto de sexualidad nunca ha sido un tabú, desde pequeña me fijé en esos libros rosa con una foto triangular de una boca, colocados a una altura poco prudencial.
-¿Por qué? -dije ojeando el libro.
-Me parece poco real.
Quizás los personajes de Sade no sean realistas, quizás las mujeres no actuan como dice el marqués, pero yo sueño con una velada en el tocador, donde caiga el miedo y se disfrute de forma infinita. A veces lo consigo y llevo a mis parejas a placeres que no esperan de mi, pero quizás mi madre tenía mucha razón con su explicación y no estamos preparados para una sesión del marqués. Yo lo seguiré intentando.